Desde sus humildes orígenes como una variedad regional de mezcal, el tequila ha crecido durante el siglo pasado hasta convertirse en una categoría masiva de bebidas espirituosas a nivel mundial, al mismo tiempo que protege su especificidad geográfica y regula de manera asertiva la producción para mantener la calidad y la integridad.

Sin reglas ni regulaciones, el tequila no sería el tesoro nacional específico que es hoy. Esto es lo que hay que saber sobre la historia de la regulación del tequila y las organizaciones que supervisan las leyes.

Aunque hay muchos tipos de agave, solo una variedad, el agave Weber Azul, se puede usar para hacer tequila. Conocer la planta, cómo y dónde crece, y cómo se cosecha es esencial para comprender la producción de tequila.

El tequila es solo uno de los muchos tipos de aguardiente de agave que se producen en México. Conoce los otros tipos más comunes para comprender mejor el lugar del tequila en el amplio mundo de las bebidas espirituosas mexicanas.

La producción de cualquier destilado requiere una serie de decisiones bien pensadas: en esta sección cubriremos el proceso de producción del tequila y destacaremos algunos casos en los que hemos elegido deliberadamente un método que requiere mucho tiempo y que preserva la tradición sobre un método más moderno que puede ser más eficiente.

El añejamiento es la lenta transformación del tequila a medida que descansa en barricas de madera. Este proceso permite que el licor adquiera características de sabor adicionales a través de los procesos físicos y químicos naturales que tienen lugar a lo largo del tiempo. Comprender el proceso de añejamiento de cada tipo de tequila ilustrará cómo cada uno es especial.